Entrevistamos a Silvia Molina Castaño, experta en género, sobre la formación en igualdad y nuestra escuela virtual.

Tabla de contenidos

La formación en igualdad como mejora social y de productividad en todos los ámbitos 


Desde la Delegación de Bienestar Social, Igualdad y Familia de la Diputación de Granada ponemos en marcha, cada año, la Escuela Virtual de Igualdad. Un espacio de formación on-line en materia de igualdad que se ofrece, de forma gratuita, a todas las personas interesadas, sea cual sea su ámbito de trabajo, edad o formación.

En esta edición de 2025 hemos ofrecido siete cursos diferentes con material didáctico revisado diseñados para desarrollarse en su totalidad en modalidad online y, de esta forma, adaptarse a los ritmos y tiempos de cada persona. 

El Campus Virtual en el que se desarrollan los cursos tiene diversas funcionalidades dirigidas a facilitar el aprendizaje. Se pueden subrayar los contenidos, crear anotaciones, planificar los eventos clave del curso, conocer el progreso conseguido hasta el momento, etc.

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Enlace a la Escuela Virtual de Igualdad https://www.dipgra.es/servicios/areas/igualdad/formacion-00001/escuela-virtual-de-igualdad/

La metodología se basa en el visionado de los contenidos expuestos en el Campus y la realización de cada una de las autoevaluaciones, así como el examen final. Durante el desarrollo del curso el tutor o tutora propone actividades complementarias y temas de debate a través de los foros que se habilitan, y que son optativos, aunque su realización supone un enriquecimiento extra con respecto a la temática elegida. Una vez finalizado satisfactoriamente el curso elegido, se emite un Certificado Acreditativo.

De los cursos ofertados, las plazas para los cursos de Feminismo (50 horas), Igualdad de Género. Especialidad Políticas Públicas (30h), Igualdad de Género. Especialidad Coeducación (30h), Diversidad sexual y de Género (35h) y Agentes para la Igualdad (120h) ya están agotadas, pero todavía hay plazas disponibles en los cursos de Sensibilización en Igualdad de Género (30h) y Teorías Feministas Contemporáneas (35h).

Queríamos profundizar en la utilidad y ventajas de este tipo de formación y, para esto, hemos entrevistado a Silvia Molina Castaño, técnica en Igualdad y experta en género. 

Silvia lleva más de veinte años trabajando en políticas públicas de igualdad impartiendo formación en distintos organismos: Instituto Andaluz de la Mujer, Ayuntamiento de Granada, Diputación de Granada, Centros Municipales de Atención e Información a la Mujer en la provincia de Granada, etc. También ha trabajado en atención a mujeres víctimas de violencia de género y planificando proyectos transversales relacionados con la igualdad efectiva. 

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Silvia Molina Castaño, técnica en Igualdad y experta en género.

Silvia comienza por el principio, por la base jurídica. Nos relata que la Ley de Igualdad de 2007, a nivel estatal y autonómica, sienta las bases para incorporar a nivel normativo la igualdad de género en diferentes sectores como el empleo, la educación, la salud, el bienestar social, la participación social, la política y la economía, el deporte y los medios de comunicación, por citar algunos de ellos, «Por ejemplo, aquí en Andalucía, La Ley del Deporte de 2016 ya incorpora en su articulado que ha de introducirse la perspectiva de género y habla específicamente de que los profesionales del deporte tienen que favorecer la igualdad efectiva entre hombres y mujeres en la práctica deportiva». 

La técnica en igualdad nos comenta que en ese momento, en cada uno de los sectores de actividad, tanto los profesionales como las personas beneficiarias o las estructuras que están alrededor necesitan incorporar el principio de igualdad, «que es una palabra o un concepto que oímos mucho, pero luego no sabemos muy bien cómo se concreta en un sector específico. ‘Tengo que incorporar la igualdad. Pero eso, ¿Qué significa?’». Y lo que significa es que esos profesionales o agentes que actúan en los diferentes sectores se encuentran con que, en general, carecen de herramientas prácticas para poner esto en marcha y necesitan de una capacitación que les ayude en este sentido. 

Silvia nos explica que el objetivo principal de esta formación es trasladar que trabajar desde el género no se trata de una ideología, por ejemplo política, o del momento, o un tema de oportunismo, «sino que se trata de ciencia social que tiene una metodología y se basa en estudios que emanan de las ciencias sociales, de los estudios de género que se alimentan de la sociología, la psicología social, la antropología, de todas estas disciplinas». 

Es una formación, apunta la técnica, que te enseña a identificar si hay desigualdades que generan discriminación y en el caso de que las detectemos, «ayuda y da herramientas prácticas para la resolución de la desigualdad, para intervenir en sectores o en ámbitos donde se da la discriminación»

Profesionales que incorporan formación en igualdad

Hablamos de casos prácticos y ponemos como ejemplo un maestro que saca la plaza de Educación Infantil en un pueblo de Granada. La ley dice que tiene que incluir la el principio de igualdad incorporando la coeducación en su trabajo, cuando está delante de esos 15 ó 20 niños y niñas de cinco años. «La formación en este caso, con los cursos de coeducación, le va a capacitar para sentarse en ese aula y observar la pertinencia que tiene el género en su trabajo diario. Ser capaz de ver si en el grupo donde imparte clase se están reproduciendo determinadas formas de actuar, de comportarse, entre los niños y las niñas por razón de género. Y no solo eso, habilita para percibir si como profesor, el claustro o el entorno de la comunidad educativa, las familias, el resto del profesorado y hasta el personal administrativo están proyectando, según las expectativas de género sobre ese grupo en concreto que tiene al cargo, sobre esos niños y niñas, si inconscientemente esperamos de ellos y ellas que se comporten según su género», nos explica Silvia.

Según su experiencia como formadora en igualdad «es muy chulo descubrir en los cursos cómo el profesorado toma conciencia por si mismo de que trabajar con grupos mixtos no garantiza la coeducación, aunque obviamente es condición indispensable. Cuando descubre, por ejemplo, que en el rincón de la cocinita están jugando a que la niña es la que está preparando la comida y el niño está sentado. La formación en género te da herramientas para ser capaz de detectar si trabajas con personas que están reproduciendo roles de género, si están haciendo una libre elección o si se están dando relaciones igualitarias». Y una vez que eres capaz de detectarlo, «ya puedes intervenir con las medidas que consideres. En el caso de la cocinita, hacer una reflexión o jugar a cambiar los papeles y que los niños y las niñas se den cuenta de eso, si les parece chocante, ridículo o incómodo, estamos ante prácticas sexistas». 

Otro grupo profesional muy interesante para Silvia, como formadora, ha sido el integrado por personal de salud, desde enfermeros y enfermeras que no identificaban el órgano femenino del clítoris, al mostrales una reproducción del mismo en 3D, lo cual revela un enfoque androcéntrico en sus estudios, hasta la introducción de la perspectiva de género en un médico o una médica de atención primaria que puede reconocer, después de una formación específica en género, si entre sus pacientes hay indicadores de violencia de género.

En temas deportivos, por ejemplo, hablamos con Silvia de que los profesionales que hagan un curso de igualdad en deporte van a ser capaces de analizar, por ejemplo, la oferta deportiva para saber quiénes están siendo las personas beneficiarias. Según la técnica, «simplemente con hacer ese análisis se pueden dar cuenta que, en la práctica de fútbol, se están beneficiando mayoritariamente varones y pueden llegar a plantearse que de aquí a cuatro años pueden intentar impulsar otros deportes de los que tradicionalmente participan las mujeres o implementar campañas para animar a las mujeres a jugar al fútbol; o incluso ‘he detectado que las niñas en mi pueblo están enrolladas con el deporte, pero a partir de la adolescencia veo que es una etapa en la que se van desanimando y me digo, voy a replantearme el tema de los horarios». 

El tema del deporte revela datos muy interesantes de la corresponsabilidad. Silvia nos comenta que en estas formaciones encuentras datos de encuestas de usos del tiempo que te dicen que el deporte recreativo lo practican quienes tienen mayor disponibilidad de tiempo libre «quien tiene garantizado que no se está ocupando de las tareas domésticas, del cuidado de los hijos e hijas o/y de personas dependientes», de modo que cuando hay por ejemplo una excursión al campo, «las mujeres que han venido te dicen que se han levantado dos horas antes para preparar la comida, dejar organizada ropa y lavadora, y el compañero de al lado se ha levantado media hora antes, ha desayunado y se ha venido a la actividad, «¿Cuántas mujeres se han quedado en el camino y ni siquiera han podido venir al paseo?», lamenta. 

Pertinencia del género

Hablamos con Silvia sobre este concepto que está relacionado con los ámbitos donde la formación en género es más oportuna, que fundamentalmente son los que están relacionados con tu sector de ocupación, «porque se esté trabajando directamente con personas o servicios, equipamientos o similares que luego vayan a tener un impacto sobre las personas, por ejemplo, arquitectos, arquitectas, urbanistas, personal técnico en instituciones, ..».  Aunque esto no significa que el resto de sectores no sean pertinentes al género, todas las profesiones, todos los sectores, son pertinentes al género pero hay algunos donde el resultado de su trabajo implica a un número mayor de personas, nos explica. 

Silvia señala con satisfacción que cuando se hace una evaluación de las políticas de igualdad en los contextos donde se ha trabajado con personal formado y cualificado, se ha evidenciado que «mejora la convivencia y mejora la productividad y esto se ha comprobado incluso con datos económicos, no sólo desde recursos humanos. Está más que comprobado que las empresas, instituciones, administraciones, donde se ha trabajado el tema de igualdad de oportunidades, incorporando, por ejemplo, políticas de mejora de la conciliación, donde el trabajador y la trabajadora están más a gusto, mejoran los datos de productividad. Y no se trata de especulaciones». Nos pone también el ejemplo de formación al personal de servicios sociales comunitarios, «Cuando se interviene desde la perspectiva de género en un entorno familiar, mejora la convivencia de la familia. Sabes que el resultado es real ya». 

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