Gordofobia
- Magda es Licenciada en Filosofía, autora de varios libros sobre gordofobia y gestiona el proyecto ‘Stop Gordofobia’
- La entrevistamos en nuestro podcast ‘A Tu Vera’ y rescatamos sus interesantes reflexiones sobre “la batalla para reconquistar nuestros cuerpos”, violencia estética, salud integral y TCA
La presión de los cánones de belleza sobre los cuerpos de las mujeres es tan fuerte que en muchos casos atenta contra nuestra propia salud física y mental. Cada vez más se producen trastornos de la conducta alimentaria, también conocidos como TCA, un problema hasta cierto punto invisible y con muchos prejuicios.
Asociamos estos trastornos a personas muy delgadas como es el caso de la anorexia o personas con mayor volumen que comen de manera excesiva a través de atracones, pero la realidad es que cualquier cuerpo puede estar sufriendo un TCA. La cultura de la dieta refuerza estas problemáticas, la mayoría de estos trastornos comenzaron a través de supuestas inofensivas dietas para estar mejor.
En nuestro podcast ‘A Tu Vera’ número 12 conducido por el colectivo Zalama y dedicado a la imposición de un canon de belleza normativa como herramienta de control social de las mujeres, profundizamos en una de las patas sobre la que se apoya la violencia estética, que es la gordofobia y las discriminaciones que sufren los cuerpos gordos en nuestra sociedad; y tuvimos la suerte de contar con Magda Piñeyro. Ella dice que es feminista por necesidad, por amor, por libertad, por supervivencia, por rebeldía; y es, sin duda, una de las referentes en la lucha contra la gordofobia.
Magda es autora de los libros «10 gritos contra la gordofobia», «Stop Gordofobia y las panzas subversas» y de la «Guía básica sobre gordofobia: un paso más hacia una vida libre de violencia». Además, es cofundadora y una de las personas que gestiona el proyecto Stop Gordofobia, que actualmente cuenta con más de 97.000 suscripciones en Facebook.
Es licenciada en Filosofía y tiene un Máster en Teoría Feminista. En ocasiones, escribe en Píkara Magazine y en otros medios de comunicación. Lleva años realizando charlas y conferencias y participando en jornadas, congresos, y otros espacios de reflexión y debate sobre violencia por motivos de gordofobia.
Hablar de gordofobia es tratar sobre la discriminación que sufrimos las personas gordas, los cuerpos gordos, basada en una serie de prejuicios que hay en torno a los cuerpos gordos como que somos todos vagos, perezosos, que nos alimentamos mal, que no practicamos ejercicio físico, que no tenemos autocontrol, que no somos cuerpos disciplinados. El cuerpo gordo en la sociedad gordofóbica es visto como un cuerpo deforme, erróneo, fracasado y esto hace que se nos castigue y se nos discrimine socialmente en todos los espacios sociales donde habitamos.
Magda Piñeyro
Magda pone sobre la mesa una perspectiva de la realidad social del cuerpo gordo como un error, un fracaso, algo que modificar, algo que no debería existir; y lanza una interesante reflexión en la que afirma que «todas las personas tenemos la gordofobia interiorizada, pero de alguna manera todas las personas temen engordar. Esto significa que internamente, a pesar de que no seas una persona gorda, sufres el miedo a engordar, al rechazo y puedes llegar a obsesionarte con hacer dietas, con hacer ejercicio físico hasta el extremo en el que incluso puedes dañar tu salud. Eres capaz de cualquier sacrificio con tal de no engordar».
Por otro lado, plantea que por supuesto, existen las personas gordas que engordan por una causa u otra, o lo han sido toda la vida, «sobre ellas recae todo el peso de esa gordofobia a nivel externo, como puede ser la discriminación para acceder a un empleo, en las consultas de los médicos, insultos en las calles, el bullying o acoso escolar; todo este tipo de violencias a las que estamos expuestas las personas que ya estamos gordas y expuestas a esas lineas que muchas personas no quieren cruzar en nuestra sociedad».
Gordofobia en situaciones cotidianas y espacios públicos
Magda confirma que las personas gordas se sienten discriminadas en todos los espacios públicos. La percepción social de la erroneidad de sus cuerpos les afecta además de la búsqueda de empleo, o la consulta médica, en ámbitos de espacios públicos, «por ejemplo cuando nos subimos al transporte público o cuando no cabemos en una butaca del teatro o el cine; yo misma cuando he ido a una terraza a tomarme algo estoy pendiente de si hay una silla más o menos grande donde voy a caber, porque no quiero quedar encajada o que no quepa».
Este tipo de cuestiones son constantes, pero lo que preocupa especialmente a Magda Piñeyro es lo que sucede en las consultas médicas donde se utiliza la gran excusa para discriminar a la gente gorda y es hacerlo en nombre de la salud, «en nombre de la salud, se vulnera nuestra salud. Nos encontramos con muchas negligencias médicas, con personas que sufren tanta humillación en las consultas médicas que luego no quieren volver nunca más al médico aunque lo necesiten».
También detectan una vulneración en la salud mental de las personas gordas en las consultas, que sufren tanta discriminación que esta les ocasiona ansiedad, depresión y fobia social, «creo que es importante señalar esta vulneración de nuestra salud en nombre de nuestra salud que es tremendamente hipócrita y dañina».
El papel de la Gordofobia en la violencia estética
Piñeyro considera primordial que para entender la violencia estética, tenemos que tener claro que vivimos en una sociedad patriarcal y machista que valora a las mujeres por su físico, «Lo que nos da validez a las mujeres como personas es la belleza, no hay otro valor que sea importante en la sociedad machista. Esto supone una condena en la que nosotras tenemos que lograr la belleza constantemente». Para Magda, esta presión estética muy fuerte sobre las mujeres, da como fruto una auto exigencia donde «nos presionamos a nosotras mismas a un nivel interno de distinta intensidad para lograr ser perfectas, no envejecer, no tener pelos, maquillarnos, estar siempre a la moda, siempre delgadas, sin celulitis, con la piel tersa, bien peinadas, sin una cana».
Violencia estética: un orden psicológico a través de los cánones estéticos que genera una presión brutal sobre las mujeres para que nunca estemos conformes con lo que somos, con los cuerpos que tenemos.
Esther Pineda, socióloga que acuñó el término.
Según informes de la Cruz Roja e INSALUM, el 80% de los Trastornos de Conducta Alimentaria empiezan con una dieta
La Gordofobia juega un papel muy importante en los TCA porque los estudios demuestran que «una de las cuestiones fundamentales es que el concepto occidental de la belleza exige a las mujeres ser delgadas; y esto es muy importante tenerlo en cuenta porque esto implica que nos pasemos toda la vida a dietas, que machaquemos un montón nuestro cuerpo; que muchas no seamos capaces de mirarnos al espejo, que no estemos nunca conformes con lo que somos y nunca encontremos paz con nosotras mismas y con nuestros cuerpos» afirma rotundamente Magda, «por no ser delgadas automáticamente se te expulsa de este canon de belleza».
También destaca que nunca parece haber una delgadez suficiente «para estar tranquilas con nosotras mismas» y los datos lo confirman. Entre un 6 y un 12% de la población en Europa ha tenido o padece TCA, trastornos de Conducta Alimentaria, que están muy relacionados con los cánones de belleza, con la obsesión por la delgadez y en España, cerca del 90% de las personas que tienen TCA, anorexia, bulimia, etc, son mujeres; «ahí vemos la diferencia y la presión que hay sobre nosotras».
Magda considera estos datos como alarmantes, «y es más alarmante que cada vez que voy a una consulta médica, salgo con una dieta, los médicos y las médicas recomiendan dietas a las personas gordas en sus consultas». Cree que hay varios factores que propician que esto siga sucediendo, por un lado, la gran desinformación y falta de interés que hay en la comunidad médica por entender un concepto integral de la salud, «la salud va más allá del peso, también es salud tener buenos vínculos emocionales, tener una autoestima alta, acceso al empleo o recursos económicos, salud es tener una vivienda digna; tener salud requiere de muchas cosas». Para ella es necesario que entendamos que la salud es un concepto integral que abarca también la salud mental, «que muchas veces olvidamos y es donde va a parar esa discriminación que sufren las personas gordas u otros colectivos oprimidos».
Uno de los factores que considera clave en la Gordofobia y los TCA es el negocio relacionado con la estética, «si mañana nos despertáramos en un mundo en el que la gente se quiere a sí misma y se acepta, muchísimas empresas quebrarían, la industria de la dieta mueve millones y millones al año. Estamos hablando de gimnasios, nutricionistas, empresas de estética, empresas de cirugía estética, muchísima gente vive de nuestra autoestima baja, muchísima gente vive del auto odio corporal».
Entiende que obviamente no hay un interés por parte de este sector por entender los efectos nocivos que genera, «con el afán de enriquecerse, se llevan por delante nuestra salud y nuestras vidas. Porque estamos hablando que hay gente que muere de esto, muchas mujeres mueren de anorexia, bulimia, de TCA; y también hay mucha gente gorda que muere porque se vulnera su salud en una consulta médica y porque a lo mejor, cuando recibe Gordofobia luego no vuelve y cuando vuelve ya es muy tarde porque tiene una enfermedad avanzada. Es tremendamente peligroso lo que está pasando y realmente alarmante que no se tomen cartas en el asunto».