Este servicio telemático, ofrecido por la Diputación de Granada, supone un salvavidas para mujeres víctimas de violencia machista, trata y explotación sexual en municipios granadinos de menos de 20.000 habitantes, especialmente en aquellos donde no existen servicios de atención presencial similares.
Estos programas, que nacieron de forma independiente para luego unificarse, fueron ideados desde la delegación de Bienestar Social, Igualdad y Familia de la Diputación de Granada para proporcionar asesoramiento y apoyo psicológico, así como orientación e inserción laboral, a mujeres víctimas de violencia machista, trata y explotación sexual, siempre desde una perspectiva feminista y con un enfoque individualizado. Están dirigidos a mujeres de municipios granadinos de menos de 20.000 habitantes, especialmente en aquellos donde no existen servicios de atención presencial similares.
El servicio responde a la necesidad de ofrecer apoyo a muchas mujeres víctimas de violencia de género que residen en municipios rurales con gran dispersión geográfica donde el acceso a los servicios públicos es aún más complicado, se idearon para romper esas barreras geográficas y ofrecer una atención vital a distancia.
La clave del éxito: la difusión en el territorio
La implementación de estos programas no estuvo exenta de desafíos. La clave, como explica José Luis Orantes Martínez, técnico de la Delegación de Bienestar Social, Igualdad y Familia de la Diputación de Granada y coordinador del servicio, ha sido llegar a los agentes clave en el territorio. Gracias a su experiencia en servicios sociales y su conocimiento de la provincia de Granada, ha llevado a cabo una intensa labor de difusión manteniendo reuniones con el personal de Centros de Servicios Sociales, profesionales del trabajo social de las distintas Zonas Básicas de Salud provinciales y otros foros profesionales relacionados con la atención a mujeres en situación de vulnerabilidad en nuestra provincia.

«Me pareció muy interesante que estos servicios de salud conocieran lo que anteriormente llamábamos Psicoline y Moviliza», comenta Orantes. «Cuando fuimos a contarlo a las distintas Zonas Básicas de Salud de la provincia como en Baza, Motril, etc acudieron muchas profesionales del Trabajo Social en Atención Primaria a esas reuniones y la mayoría no conocía el recurso. Les pareció genial, útil y práctico y como agentes clave en el territorio, comenzaron a utilizar este servicio y el número de usuarias comenzó a aumentar».
Actualmente, el servicio atiende a entre 50 y 60 mujeres mensualmente en toda la provincia, lo que demuestra la vital importancia de que las agentes clave conozcan y difundan el recurso para que llegue a quienes lo necesitan.
Atención especializada y flexible: más allá de la denuncia
Si bien la mayoría de las mujeres que acceden al servicio ya tienen identificada su situación de violencia machista, a menudo con denuncias o medidas judiciales, el programa también se preocupa por alcanzar a aquellas mujeres en situación de vulnerabilidad que aún no han sido capaces de identificar la violencia que están viviendo. «Para acceder al servicio no es requisito fundamental ser una mujer identificada con su denuncia como víctima; hay muchas mujeres que están en situación de vulnerabilidad por una violencia de la que aún no han sido capaces de tener conciencia», explica Orantes.
La atención es altamente individualizada y flexible. En el servicio de asesoramiento y apoyo psicológico, psicólogas expertas en violencia de género se adaptan a las necesidades y horarios de cada usuaria, incluso manteniendo las citas cuando el agresor no está en casa o los hijos e hijas están en actividades escolares. El objetivo es acompañar y empoderar a estas mujeres, ayudándolas a salir de la situación en la que se encuentran.
Inserción laboral: un pilar fundamental para la recuperación
La orientación e inserción laboral es igualmente crucial. Como subraya Orantes, la salud mental y la estabilidad laboral están intrínsecamente ligadas. Una persona activa laboralmente mejora su salud, autoestima y nivel económico, aspectos fundamentales para la recuperación de una mujer víctima de violencia.
La diferencia de este servicio de orientación e inserción laboral con otros similares radica en su enfoque especializado. Las profesionales son expertas en orientación e inserción laboral que trabajan con perspectiva de género, lo que les permite comprender el impacto que la situación de vulnerabilidad tiene en la capacidad cognitiva y emocional de las mujeres. No se trata solo de mejorar un currículum o buscar cursos, sino de un acompañamiento integral.
La atención ofrece un apoyo muy personalizado, realizando prospecciones de yacimientos de empleo en la zona de residencia de la usuaria, contactando con empresas y preparando entrevistas de trabajo adaptadas. Se actúa como un enlace directo con las empresas y se realiza un seguimiento constante. Lo más notable es que no hay un número mínimo ni máximo de atenciones, el servicio se mantiene mientras la usuaria lo necesite y la profesional lo considere oportuno, incluso una vez conseguida la inserción laboral.
Acceso sencillo y seguro
El acceso a estos servicios es muy flexible. Las derivaciones pueden provenir de agentes clave (servicios sociales, centros de salud, servicios especializados, fuerzas y cuerpos de seguridad), siempre con el permiso de la usuaria. Sin embargo, las propias mujeres, o incluso sus familiares, pueden llamar directamente a través de una línea 900 que no deja rastro en el móvil, garantizando la seguridad y la confidencialidad. No hay papeleo ni formularios, solo una llamada telefónica inicial para evaluar los requisitos (ser vecina de un municipio de menos de 20.000 habitantes en la provincia de Granada y que no exista un servicio especializado con atención presencial en su localidad).
Además, el servicio contempla la excepcionalidad de la atención presencial en casos donde la terapeuta lo considere vital para la psicoterapia, e incluso la creación de grupos terapéuticos en diferentes comarcas para facilitar el encuentro entre usuarias.
Un futuro prometedor y el desafío constante de la difusión
Los programas han ganado envergadura y están licitados y adjudicados a dos entidades. El desafío continuo es la difusión para que el servicio no caiga en el olvido entre la diversidad de necesidades en el territorio. Se busca que además de los servicios especializados, servicios sociales comunitarios y la atención primaria en salud, también las fuerzas y cuerpos de seguridad, conozcan y tengan presente el recurso.

El objetivo es claro: que ninguna mujer se quede sin atender por desconocimiento del servicio o por la falta de herramientas en otros profesionales. La posibilidad de coordinación con las agentes clave, siempre con el consentimiento de la usuaria, es un valor añadido que permite una intervención más integral y coordinada en el proceso de recuperación de estas mujeres.
Los testimonios de las usuarias, recogidos en los documentos de evaluación del programa, hablan por sí solos, reflejando el agradecimiento y la mejora significativa en sus vidas gracias a este Servicio de Asesoramiento, Apoyo Psicológico, Orientación e Inserción Laboral.