Entrevistamos a Isabel Veiga Barrio, jefa de sección de Igualdad de la Diputación de Granada, que además es actriz, experta en género e investigadora cultural; hablamos de ‘Muros blanquísimos’ el cortometraje producido por la Diputación de Granada que da voz a mujeres rurales de nuestra provincia a través de personajes lorquianos

Como ya os contábamos, desde la Delegación de Bienestar Social, Igualdad y Familia de la diputación de Granada y con la colaboración del Ayuntamiento de Valderrubio, se produjo un cortometraje con motivo de la conmemoración del Día de las Mujeres Rurales.

Isabel Veiga Barrio lideró, como coordinadora general, esta creación audiovisual en la que, según Isabel, «el propósito principal es mostrar hasta qué punto siguen “pesándonos” los mandatos de género, normas sociales NO escritas, a la hora de tomar decisiones vitales en nuestra vida, la de las mujeres. Creencias sobre nuestras posibilidades y juicios hacia nosotras mismas y hacia las demás que nos impiden avanzar hacia nuestros deseos y anhelos más profundos». 

Os ponemos en contexto: Isabel Veiga Barrio es actriz, experta en género e investigadora cultural, Licenciada en Arte Dramático por la RESAD de Madrid, se doctoró en Estudios de las Mujeres y de Género por la Universidad de Granada. Experta en Artes Escénicas por la Universidad de Granada, Master en Gestión Cultural por la Universidad de Sevilla y Granada. Actualmente es jefa de sección de Igualdad de la Diputación de Granada, donde lleva trabajando desde el año 2000. 

Ha impartido diferentes cursos, talleres y ponencias en diferentes entidades públicas, privadas y organizaciones no gubernamentales centradas en cómo incorporar la perspectiva de género en el arte y la cultura, y más concretamente en el ámbito de las artes escénicas. Algunos de los talleres que ha impartido fomentan la participación de las mujeres y el refuerzo de su liderazgo y potencial, tanto personal como social y cultural.  A nivel personal, y desde hace casi 10 años, su interés se ha proyectado en su desarrollo personal y espiritual a través de la meditación y el mindfulness.

Su trayectoria está marcada por el arte, la creatividad y la cultura como instrumentos de sensibilización y canales de comunicación a través de los cuales impulsar cambios a nivel personal y social, el trabajo con mujeres, especialmente aquellas que viven en pueblos, «fuente inagotable de sabiduría y aprendizaje»,y su deseo de mejorar su situación vital y social.

Su trabajo en el servicio de Igualdad de la Diputación de Granada le ha permitido desarrollar diferentes proyectos e iniciativas donde el propósito principal es poner de manifiesto las situaciones que atraviesan las mujeres de la provincia, sus sentires, anhelos, propuestas y culpas, usando como altavoz el arte y la creatividad. Instrumentos que, según Isabel, «se ponen al servicio de las mujeres para facilitar que puedan ser escuchadas y ofrecerles lugares desde los que jugar, disfrutar y crear otros mundos posibles».

MUROS BLANQUÍSIMOS

Has comentado que el corto quería mostrar esos sentimientos y emociones que atraviesan a las mujeres ¿Hasta qué punto, según tu opinión, nuestras decisiones están atravesadas por culpas, miedos, juicios y creencias?

Desde que comencé a pensar en esta creación audiovisual, tenia claro que el tema de la culpa debía estar presente. Las mujeres nos sentimos culpables por casi todo, hasta por hablar ‘o por no hacerlo’; y me parecía un recurso fantástico mostrar esa culpa a través de nuestras “voces internas”, esas que están presentes todo el rato, que nos hablan al oído según el rol que representemos, esas que solo escuchamos nosotras, que nos susurran al oído y que, muchas veces, nos desvelan y nos crean mucho estrés y ansiedad, que nos persiguen continuamente y llegan a paralizarnos. 

Creo que son voces con las que luchamos, de las que huimos, o a las que nos “agarramos” a la hora de tomar decisiones y que, en muchas ocasiones, nos alejan de nuestros verdaderos deseos. Son voces y personajes internos que habitan en nuestro inconsciente, individual y colectivo, y que interfieren constantemente en nuestro día a día; están muy vivas, muy presentes.

Es muy interesante que esas voces se escuchen a través de personajes lorquianos precisamente en la que fue su casa, ¿Cómo estableciste esta relación? 

Como actriz y amante del teatro, la importancia de la obra de Lorca en los pueblos granadinos y la transcendencia de sus personajes dramáticos me impulsó a explorar con la posibilidad de “poner en escena” a mujeres representativas de nuestros pueblos y de diferentes edades, junto con personajes femeninos dramáticos representativos del mundo lorquiano; y que estos personajes representaran las voces internas que “están todavía muy presentes en ellas”.

Elegimos a Bernarda Alba, Poncia (la criada), Yerma, Dª Rosita la soltera y Mariana Pineda como los más representativos de un conjunto de roles sociales femeninos que cargan con miedos y culpas muy concretos y que hoy, siguen vigentes. 

Personajes que, a su vez, representan valores femeninos fuertemente arraigados socialmente; algunos más tradicionales, otros de diferente clase social, y otros más que intentan romper barreras, aunque en todos los casos su final siempre es trágico. Nos preguntamos en qué medida, el peso de los roles y estereotipos sociales de género se mantienen actualmente y cómo afectan a nuestro cotidiano, a nuestras decisiones, a nuestra salud mental, emocional y física. Cómo coartan nuestra libertad; unos personajes que viven “en carencia”, en el “nunca son suficientes” que deriva en las mujeres en que en lugar de cultivar nuestro ser para nosotras, nos vamos convirtiendo en un ser contra nosotras o un ser para otras personas.

¿Por qué os centrasteis en estos personajes?: 

En el corto, Bernarda representa a la madre, mujer mayor, sola que debe cuidar la honra de sus cinco hijas. La madre como mantenedora de tradiciones, sostén; la que lleva a sus espaldas el peso de educar a sus 5 hijas sola, que lleva los pantalones dentro del ámbito privado/doméstico y anda siempre pendiente por el qué dirán, que vive a través de la mirada de los otros/as y las apariencias. Rígida, recta, dura; con una serie de comportamientos producto de cargar con la culpa: de no cumplir con los roles tradicionales y no ser capaz de preservar la cultura y tradiciones.

La criada que acompaña a Bernarda, representa también a la mujer madura pero de otra clase social: baja, campesina, sin educación, pero con una gran sabiduría, empatía e inteligencia emocional. Representa la mujer de clase baja o de diferente cultura o país que sufre doble discriminación, por ser mujer y sin estudios, por venir “del campo”. Lo que hoy podría ser la mujer de otra etnia, con alguna discapacidad, de otro país o religión. A la que socialmente se la ha destinado para servir y cuidar a los demás, sin tiempo para si misma.  La que lleva y trae, que tiene una serie de comportamientos producto de cargar con la culpa: de su origen, que se proyecta en sus relaciones interpersonales; sin tiempo personal, para sí misma, de la pobreza y sus limitaciones económicas, de estar ‘al servicio’ de otras, con dependencia económica y falta de apoyo social y comunitario.

Doña Rosita la soltera, representa la mujer joven, el mundo adolescente y desprecio social por quedarse soltera/sin pareja, la importancia del matrimonio, el tener novio o pareja como “lugar seguro” para una misma, su familia y el resto de la comunidad; y que para esto hace lo necesario, incluso mantener una relación a distancia — esa correspondencia podría sustituirse hoy en día por las redes sociales—.

Con este personaje nos damos cuenta de cómo se puede inventar una relación o construir un ideal de pareja que no es real. Constituye una crítica a la posibilidad de ser soltera por decisión propia y muestra el maltrato psicológico por ‘vivir’ una relación en la que no recibes lo que das, donde el hombre/pareja no contesta, te tiene atada/enganchada emocionalmente, y genera baja autoestima e inseguridad; falta de autonomía personal, Restricciones en la expresión de la identidad y control y abuso en relaciones personales.

Mariana Pineda representa la mujer con principios que tiene claros sus ideales y lucha por ellos, incluso por encima de su propia vida. Es la superheroína de los dramas de Lorca que representa la libertad: dice lo que piensa y lo que las otras no se atreven a decir, y por ello tiene un final trágico. Mariana plasma las restricciones en la expresión de la identidad y las limitaciones en el ámbito profesional por ser mujer.

Yerma representa la mujer joven, y los deberes de las mujeres a través de la fertilidad, la sexualidad, la maternidad y la familia. El personaje expresa el peso de la maternidad como forma de “realización” a la hora de ser mujer; a la que se cuestiona su la capacidad reproductiva. Describe la dificultad que pueden sufrir las mujeres a la hora de tomar decisiones sobre tener o no hijos/as. Cuestiones que marcan fuertemente la vida y posibilidades de desarrollo de las mujeres tanto a nivel personal como familiar y social. 

Este personaje se comporta de cierta manera porque carga con la culpa: de sus decisiones reproductivas y su sexualidad, por dedicarse tiempo a sí misma, por no contar con autonomía, por sus expectativas sobre la maternidad, por ser “buena hembra”.

Desde luego, da que pensar porque mucho de lo que has descrito resuena mucho, no son culpas del pasado sino que constituyen un peso que podemos trasladar al presente, ¿Cuál es vuestra reflexión al respecto?

Con este coctel de personajes situamos en “escena” a unas mujeres que se quieren presentar a un casting que hay en el pueblo para lograr hacer la reflexión sobre: el peso del rol social asignado a las mujeres: lo que deberían, tendrían, o podrían hacer en función del creencias y juicios interiorizados, inconscientes, que limitan sus posibilidades vitales; el peso de los cuidados y la conciliación a la hora de decidir, ‘si no eres tu la que se pone barreras, te las ponen otras/os (sociedad); la pareja y la maternidad como forma de realización de las mujeres; y la doble discriminación de muchas mujeres por ser “diferentes”.

Situarlas haciendo una audición nos permitió también realizar una crítica, lanzar una reflexión hacia aquellas mujeres que quieren dedicarse al campo de las artes escénicas o desarrollar su creatividad en un campo “poco habitual”. También nos parecía muy interesante la reflexión de la vida como un juego, como una representación teatral, en la que todo es un sueño pero la vida misma al fin y al cabo. 

Cuéntanos un poco sobre la labor de equipo, tanto del técnico como del artístico

Este equipo fue una maravilla y me permitió ser consciente todavía más de la importancia de encontrar equipos que estén en tu misma sintonía, que hablen tú mismo lenguaje, tanto artística como técnicamente.  Afortunadamente reunimos a un equipo de personas que han creído en la idea, muy talentosas, entregadas, y también muy implicadas. 

Miguel Stuyck y Patricia Espejo de Docewebos, la productora audiovisual que se embargó en esta aventura “a ciegas”, confiando en que la idea era arriesgada, valiente y motivadora; estuvieron listos para crear desde el minuto uno.

Larisa Ramos, amiga, directora artística y actriz, que sabe sacar lo mejor de las mujeres de nuestros pueblos, intuyó rápidamente los personajes más apropiados para estas mujeres y ha sabido sacarles punta para que brillen con luz propia, en un magnífico guión, producción y guión. 

Y por supuesto, un equipo de 10 mujeres fascinantes y actrices maravillosas que, sin pensarlo y casi sin saber muy bien de qué trataba este proyecto, dijeron SI a la primera. 

Gracias a todo este equipo hoy podemos mostraros esta creación. Espero la vean muchas personas, y la disfruten tanto como nosotras al hacerla.

Imaginamos que el proceso de creación debe ser intenso en un proyecto como este…

Efectivamente, para pasar del pensamiento a la materialización de esas ideas, se produce la comprobación de los mecanismos que “se ponen a funcionar” en tu mente cuando decides realizar algo nuevo y desafiante, de la importancia de “tomar la decisión”: decidir la idea que realmente te motiva y avanzar hacia adelante. 

Pasas por un proceso de concienciacion de que al avanzar, hay cuestiones o ideas que se van modificando respecto a la idea inicial que pensabas y que la idea de que has de avanzar ‘cuando se de el momento perfecto’, no existe. 

Lo que a mi me ha dado alas para avivas mis ideas ha sido mi motivación, intención clara y el aprendizaje a medida que el proceso avanzaba, con muchas conversaciones con mi ego que se resistía a que nuevas ideas tomaran fuerza. Como los personajes del corto tuve que vencer: miedo, no voy a poder, para que me meto en esto, vaya lío, qué necesidad, excesiva responsabilidad del equipo y mucha frustración.

«Gracias por permitir que mi imaginación vuele, y darme alas para expresar mis inquietudes sociales a través de las artes», Isabel Veiga Barrio.