La incorporación al mercado laboral de una víctima de violencia es un gran paso para recuperar la autonomía y reforzar la autoestima. Este programa de la Diputación de Granada ofrece herramientas para la inserción laboral de mujeres víctimas de violencia de género.

La Diputación de Granada tiene como objetivo principal la atención a los municipios de la provincia de menor población y a las personas que en ellos habitan. Desde la Delegación de Igualdad, Juventud y Administración Electrónica, atendiendo a la II Estrategia Provincial por la Igualdad de Género (2021-2025), se decidió implementar en 2020 Moviliza, un programa de acompañamiento profesional especializado en empleo, dirigido a mujeres víctimas de violencia de género residentes en municipios de la provincia, con población inferior a 20.000 habitantes, que no contasen con un servicio público especializado en esta materia. Expusimos la motivación, herramientas y objetivos de este programa en la Escuela de Verano de Servicios Sociales 2022 que se celebró en Almuñecar la semana pasada.

La invisibilidad es la principal característica de la violencia de género en el entorno rural. El ámbito rural es muy diverso, pero en general, perduran los roles sexistas tradicionales y la violencia de género suele percibirse más como asunto familiar y privado, que como un problema social. Las víctimas de violencia de género en el ámbito rural, sufren un triple aislamiento: relegadas al ámbito doméstico, dependientes económicamente y rodeadas de un entorno donde existe un gran control social.

El objetivo desde un principio ha sido poner al servicio de las mujeres que lo necesitasen esta atención especializada, independientemente de la dispersión geográfica existente u otros factores que pudieran dificultar el acceso a un recurso especializado de estas características. Se optó por trabajar desde la “teleatención” (teléfono, internet, etc.) como vehículo que garantizase el acceso efectivo al recurso dadas las circunstancias, entre las que también hay que tener muy en cuenta, las derivadas de la pandemia ocasionada por el COVID-19.

Las mujeres, en general, forman parte de la población más expuesta a la pobreza. Las tasas de desempleo de las mujeres son mucho más elevadas que las de los hombres. Profundizando un poco más en la ocupación y el empleo, descubrimos que la segregación del mercado laboral en función del sexo las sitúa en posiciones de inferioridad tanto en el acceso, como en la permanencia y en las condiciones de trabajo.

En su mayoría son las mujeres las que desarrollan su labor profesional, en puestos y ocupaciones en los que, o bien no se requiere especialización, o se exige una menor cualificación. Las ocupaciones predominantemente femeninas cuentan con salarios medios más reducidos que las masculinas, lo que significa que la segregación por ocupaciones, también contribuye a aumentar las diferencias salariales entre hombres y mujeres.

Además, el porcentaje de mujeres con jornadas a tiempo parcial es muy superior al de los hombres, debido a la alta presencia de mujeres en sectores y actividades donde predominan este tipo de contratos (administrativas, servicio doméstico, etc.)  y por la mayor proporción de mujeres que solicitan reducciones de jornada, al ser las responsables mayoritariamente, de las tareas de cuidado de los menores o mayores dependientes, y de los hogares. Mayoritariamente son las mujeres las que realizan este tipo de actividades de cuidado de manera no remunerada

También son las mujeres las que cuentan con un mayor porcentaje de contratos temporales en relación a los hombres, siendo éste, uno más de los factores que pueden generar diferencias en las remuneraciones salariales entre unas y otros.

Si nos situamos en nuestra provincia, vemos como las mujeres víctimas de violencia de género, en las zonas rurales se encuentran inmersas en una situación de doble discriminación, por una parte, por ser mujeres maltratadas, y por otra, por vivir en zonas donde no se tiene acceso a todos los recursos existentes en otros espacios más cercanos a la capital granadina o a municipios cabecera de comarca.

En muchas ocasiones estas mujeres realizan un trabajo invisible sin reconocimiento social o laboral alguno, lo que desemboca en dependencia económica,  inestabilidad emocional y social, trabajo sumergido, dificultad de acceso al mercado laboral… Y si además no encuentran los mecanismos que les permitan el desarrollo de sus derechos, es fácil que se desarraiguen y se produzca el problema de la despoblación de las áreas rurales.

Es por todo lo expuesto es por lo que nace Moviliza, un programa de orientación y apoyo a las mujeres víctimas de violencia de género de nuestra provincia para su incorporación al mercado laboral.

Objetivos:

• Dar apoyo y orientación a las mujeres víctimas de violencia de género para su inserción laboral.
• Empoderar y mejorar  la situación laboral de las usuarias, en función de su nivel de empleabilidad
• Posibilitar a las mujeres participantes hacia un proceso de capacitación para el empleo y/o autoempleo.
• Formar  en Recursos Tecnológicos orientados a la inserción laboral.

El Programa se desarrolla en las siguientes Fases Simultáneas:

• Capacita: Sesiones individualizadas de las profesionales especializadas para actualizar y reactivar los perfiles profesionales de las mujeres participantes.
• Forma: Acciones para facilitar la formación en aspectos básicos relacionados con el acceso al mercado de trabajo.
• Moviliza: Sondeo permanente de posibles nichos de empleo en la provincia de Granada, creando, manteniendo y aumentando una Red de Empresas Colaboradoras en base a la Responsabilidad Social Empresarial. Actualmente la Red de Empresas colaboradoras cuenta con más de 80 empresas de diferentes ámbitos ocupacionales. Las profesionales se centrarán en vincular, apoyar, acompañar y realizar un seguimiento individualizado de las mujeres participantes que acudan a entrevistas de trabajo o que hayan logrado acceder a un empleo.

Para proveer un acceso al programa ágil y rápido, se ha establecido un canal de acceso telefónico: con los teléfonos 670603966 y 649312938, y mediante el mail infogeneramas@gmail.com. El servicio está operativo de 9:00 h a 14:00 h y de 16:00 h a 17:00 h, de lunes a viernes (días laborables). En ese primer contacto se informará sobre las particularidades del programa y se comprobará que se reúnen los requisitos de acceso al programa. También se atenderá cualquier consulta, cuestiones relacionadas con la coordinación, etc. de profesionales de referencia de las mujeres participantes.

El Programa se puso en marcha en plena pandemia provocada por el COVID-19 lo que dificultó la posibilidad de llevar a cabo una dinamización óptima. Tras la mejoría de la situación, se ha retomado la dinamización del Programa al objeto de que sea conocido por agentes clave que trabajan con la población tanto en un primer nivel de atención (servicios sociales comunitarios, salud atención primaria, etc.) como en atención especializada (centros municipales de información a la mujer, equipos de tratamiento familiar, etc.). No obstante, desde su arranque, han accedido al programa un total de 37mujeres víctimas de violencia de género (14 de ellas han accedido en los primeros meses de 2022) de diferentes municipios de la provincia   (Ogíjares, Padul, Dúrcal, Benalúa, Zafarraya, Vegas del Genil, Cúllar Vega, Santa Fé, Alhendín, Purullena, Gorafe, Valle del Zalabí, Zujar, Cortes y Graena, Otura y Huéneja). Del total de mujeres participantes, 14 han accedido en los primeros meses del presente año. Del total de mujeres participantes, 33 siguen activas, habiendo logrado actualmente la inserción laboral de un tercio del número total de participantes.

Desde la Delegación de Igualdad, Juventud y Administración Electrónica de la Diputación de Granada, tanto desde el ámbito político, cuyo impulso resulta imprescindible, como desde el técnico, se continúa trabajando para seguir avanzando en la mejora de este programa y muchos otros existentes, con el objetivo de erradicar la violencia de género en particular y lograr una sociedad más justa e igualitaria en general.

Resulta fundamental que el personal técnico, que de una u otra forma trabaja en el territorio con estas mujeres, conozca los recursos que las diferentes administraciones ponen al servicio de la ciudadanía, de cara a facilitar información y acceso a los mismos con el objetivo de mejorar la calidad de vida de de la ciudadanía en general, y de las mujeres víctimas de violencia de genero en particular.

Todas las personas implicadas debemos realizar evaluaciones constantes a través de procesos participativos con el objetivo de mejorar la eficacia y eficiencia de los programas que ponemos al servicio de la ciudadanía, en especial los que abordan temáticas tan sensibles como la violencia de género.