Ariadna, nieta de Ana Orantes, escribe una carta sobre este 17 de diciembre, 25 aniversario del asesinato de su abuela Ana Orantes, en nuestro blog Igualdad en Granada
Buenas, me presento, soy Ariadna, nieta de Ana Orantes. Me llena de orgullo saber que en este día se van a celebrar homenajes hacia ella, homenajes llenos de emociones, preguntas, aplausos y pensamientos, sobre todo, para que su memoria nunca muera… Pero, quisiera decir algo:
Hoy, hace 25 años, Ana Orantes nos dejó, haciendo que todo cambie… Nos hemos visibilizado mas, hemos sabido actuar , hemos escuchado, hemos respondido, nos hemos manifestado y nos hemos liberado.
Si, está bien, pero hay un punto, en el no lo está. LA JUVENTUD , ¿Y qué pasa con la juventud?
Estamos normalizando de nuevo situaciones que hace años atrás, habían empezado a cambiar. Situaciones como:
AMIGA: Tía, ¿pero él te ha hablado mal, te ha pegado?
ELLA: Sí, pero no le puedo decir nada, en verdad es culpa mía. Soy su mujer y tengo que hacerle feliz.
O como esta otra:
ÉL: Se te ocurriera a ti salir así después, ¿no estas viendo que se transparenta todo?. ELLA: Pero, cariño, yo me veo bonita con este vestido… ¿Tú no? ÉL: Una guarra es lo que veo que eres, que no tienes respeto, y lo único que quieres es buscar y provocar. Atrévete a comprártela, a ver dónde acabamos.
O, por último, esta, MUY cercana, que me ocurrió hace tan solo unos meses:
ELLA: Es que él sabe que me hace daño, porque aún tengo los puntos recientes por la cesárea; no paro de llorar y gritar pidiéndole que pare, pero lo único que obtengo es silencio y placer para él. Y, cuando nos peleamos, su única frase para mí es: «Cómo me dejes, te lo juro por mi hija que te tengo que matar pedazo de guarra, que lo único que sabes es atacarme e ir diciéndole mentiras a todos».
YO: Nena, no mereces esto, no eres la culpable… Aléjate; es más, DENÚNCIALO; tal vez, cuando quieras hacerlo, ya sea tarde. ELLA: Ya… pero es que yo sé que soy yo la que se queja, porque tendría que aguantar más, porque al fin y al cabo tenemos una hija y no quiero que sufra, y por ella lo hago, aunque es cierto que él tiene razón.
Estamos poniéndonos vendas de nuevo en los ojos, tapones en los oídos, celo en la boca y viajando al pasado. ¿QUÉ ESTÁ PASANDO?, ¿Debemos sacrificarnos de nuevo? , ¿Romper leyes y logros que hemos conseguido para volver a conseguirlos, pero no sin antes tener a alguien que cuente públicamente lo que está pasando?.
DEBEMOS ACTUAR, ACTUAR YA, EDUCAR DESDE LA NIÑEZ Y GUIAR EN LA JUVENTUD, PORQUE NADIE NOS MERECEMOS NINGUNA CICATRIZ FÍSICA NI PSICOLÓGICA, Y MUCHO MENOS QUE NOS LLEVEN ROSAS AL CEMENTERIO …
Personalmente, gracias a la familia que tengo, me han enseñado desde pequeña unos valores que jamás se me olvidaron y jamás lo harán. En casa, sabemos lo que es SI y lo que es NO; sabemos CUÁNDO y CÓMO , porque no tenemos miedo.
También le debo mucho a ella, a Ana Orantes, porque con ella he aprendido lo valiosa que es la vida, esa que ella nunca pudo disfrutar , pero que nos sirvió a todos de lección.
Orgullosa también, de poder contaros como hoy en día está todo, nuevamente, y espero hacer en vuestra cabeza, un giro, un vuelco, y que salgáis mas fuertes que nunca , por vosotras y por las demás.
Gracias a Susana por darme esta primera y preciosa oportunidad, que sin duda, elegiría mil veces, pero no a través de un texto; si no estando ahí con vosotros, transmitiéndoos todo lo que yo estoy sintiendo al escribir esto.
Mil gracias a todos, por acompañarnos en este día tan señalado , 17 de Diciembre. Un día que jamás olvidaremos.
Un abrazo enorme, Ariadna
NIETA DE ANA ORANTES