Igualdad en Granada

Mujeres que viajan solas

Mujeres que viajan solas: Estefanía Escolano y su ‘Microvan, belleza sobre ruedas’.

Estefanía es una joven granadina que cumplió su sueño con Microvan, belleza sobre ruedas, una autocaravana con la presta sus servicios de estética en zonas rurales; un negocio que, para la emprendedora, representa la independencia anhelada que se ve una y otra vez cuestionada por los miedos de otras personas que continuamente le preguntan: ¿No te da miedo viajar sola?

Nellie Bly es el seudónimo de una intrépida periodista que en 1888, con 26 años, propuso a su periódico que le “comprara” su historia de un viaje alrededor del mundo al puro estilo Phileas Fogg de Julio Verne. Al año siguiente partió de Nueva York, en una aventura de 40.000 km y regresando en 72 días, superando incluso la imaginaria hazaña de Verne y convirtiéndose en referente de algo inaudito en la época: Mujeres que viajan solas. 

Viajar sola, por el motivo que sea, se ha convertido en tendencia desde hace unos años. Un informe de 2019 de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) indica que un 65% de mujeres había viajado sola en los últimos años. Es más, España era entonces el tercer país en que más viajaban solas, tras Estados Unidos y Reino Unido, según publicaba la tecnológica de viajes Kiwi, que marcaba en el mapa Londres, París, Atenas y Nueva York como algunos de los destinos más populares entre las mujeres viajeras.

Iniciativas emprendedoras como Tacones viajeros, agencia de viajes «para mujeres que viajan solas y quieren conocer a otras mujeres», o El Club de las Mujeres que viajan solas por el mundo, son algunas de las iniciativas que ayudan a facilitar y ampliar estas experiencias. En Granada, Patri Rojas, La Cosmopolilla, periodista y bloguera, lleva desde 2013 relatando sus maravillosos viajes y compartiendo sus consejos y ‘tips’ con su cada vez más numerosos seguidores. 

Sin embargo, las mujeres que viajan solas todavía se enfrentan a muchos retos y reprobaciones sociales, es cierto que la violencia sexual y machista es un grave obstáculo a la hora de pensar en un viaje a solas pero si nuestras antepasadas fueron capaces de emprender esta aventura ¿Por qué no nosotras?

En 𝐈𝐠𝐮𝐚𝐥𝐝𝐚𝐝 𝐞𝐧 𝐆𝐫𝐚𝐧𝐚𝐝𝐚 entrevistamos a una de las premiadas de nuestros Premios por la Igualdad de género 2024 de la Diputación de Granada, Micro Van. Belleza sobre ruedas, iniciativa galardonada en la categoría de mujeres emprendedoras. Nos interesaba la experiencia de Estefanía Escolano, una granadina joven con un sueño cumplido, un negocio de estética sobre ruedas que nos relata sus aventuras viajando sola por la provincia, atendiendo a necesidades de las mujeres del ámbito rural granadino que no cuentan con este tipo de servicio. En el caso de Estefanía, además, podemos valorar el tema de viajar sola no únicamente como una opción de negocio sino como una opción de vida, un concepto mucho más amplio. 

Estefanía viaja con su vehículo/negocio por la geografía granadina, llegando hasta localidades que no cuentan con centros de estética como Jayena y Fornes, pueblos de la comarca de Alhama; y últimamente nos dice que tiene bastantes clientas en Benalúa, Guadix y La Herradura, en la costa. Cuando tiene bastantes personas apuntadas para recibir sus tratamientos, tiene que hacer noche en la localidad y lo hace en su autocaravana. Hace poco publicó un post en sus redes sociales una reflexión sobre el hecho de viajar y pernoctar sola.

Estefanía siente que tiene un deber social para lanzar el mensaje de «¡Basta ya!, la libertad no debería tener miedo como compañía» y dice sentirse cansada de que le formulen siempre las mismas preguntas: ¿No te da miedo viajar sola?¿No te da miedo dormir sola? 

Lo más curioso es que estas preguntas me las hacen mujeres, se ha normalizado tener miedo a hacer ciertas cosas que nos gustan por lo que pueda pasar. Para mi, además del trabajo, en mi tiempo de ocio cuando tengo el fin de semana libre cojo la furgoneta y me voy a un espacio natural: un pantano, río o la playa, y paso el fin de semana y duermo allí; entonces, claro, las preguntas sobre el miedo y si te pasa algo han provocado que llegue un punto en el que me planteo por qué tengo que tener miedo y dejar de hacer lo que a mí me gusta, lo que siempre me ha gustado;  y ahora que después de mucho esfuerzo, mi sueño se ha hecho realidad tengo que renunciar a él. También me resulta curioso y me hace reflexionar por qué a un hombre no se le formula esa pregunta, ni se les ocurre, sino todo lo contrario, en un hombre está muy bien visto que viaje solo.

En tus pernoctaciones y viajes, ¿Te ha sucedido algo alguna vez que te haya provocado miedo, te ha pasado algo viajando sola?

Gracias a Dios no me ha pasado absolutamente nada, no he tenido ningún indicio de nada malo. Para mí el miedo que a lo mejor haya podido sufrir de ir a algún lado o lo que sea me ha servido como motivación para luchar; para decir, yo puedo, no voy a quedarme con las ganas de hacer algo por lo que me pueda pasar.

¿Con qué herramientas cuentas o cómo haces para vigilar y velar por tu seguridad?

Siempre tengo los seguros echados y pernocto en zonas donde está permitido, donde las fuerzas de seguridad, la Policía y la Guardia Civil, tienen el conocimiento de que son zonas donde se puede pernoctar y donde suelen aparcar autocaravanas, gente con campers; son áreas habilitadas para ello y si pasa cualquier historia estamos un poco, digamos entre comillas, vigilados. Aunque reconozco que soy muy solitaria y aventurera, y a menudo voy a sitios en los que no molesto pero donde estoy más independiente.

¿Qué buenas sensaciones te provoca el viajar sola?

Siempre me ha gustado viajar así. Antes de tener la furgoneta, yo me iba de acampada sola, cogía mi tienda de campaña y me iba a hacer una ruta de senderismo y donde me pillaba plantaba la tienda y al día siguiente seguía la ruta; también iba a zonas de acampada donde debía pedir permiso y venía la Guardia Civil a preguntarme si estaba bien y si estaba sola. 

Para mí viajar sola me proporciona en primer lugar satisfacción de estar haciendo lo que realmente me gusta y luego me da tiempo para pensar muchas cosas, aclarar la mente, porque no estás distraída, estás contigo misma, y estás pensando y ves las cosas de otra manera. Entonces yo lo veo también muy productivo, el estar tiempo sola, el recargarte un poco si has estado sociabilizando mucho.

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Estefanía Escolano, Premio en la categoría de Mujeres emprendedoras de los Premios para la Igualdad de la Diputación de Granada.
¿Tienes alguna anécdota de cuando aparcas en las áreas permitidas para pernoctar con vehículo? ¿Se establecen lazos de conexión entre las personas que viajan de este modo?

Claro que sí, sobre todo es mi vehículo el que llama la atención, porque puedes ver que se trata de un negocio y eso llama mucho la atención, sobre todo con los vinilos que tengo puestos, los colores, yo llego a un sitio donde hay más furgos, donde hay más gente con autocaravanas y cuando yo llego, se acercan y me preguntan, ¿esto qué es? Nunca lo hemos visto, ¿no lo pueden enseñar por dentro?

Y hablando de tu negocio, ¿Cómo llevan tus clientas lo de ser atendidas en una autocaravana?

Pues mira, la mayoría, cerca del 80%, lo lleva muy bien. Incluso mucha gente me llama porque les hace ilusión recibir el tratamiento en el vehículo y por apoyar el emprendimiento femenino, especialmente de algo que les parece tan innovador. Y luego por otra parte, se ha dado el caso de que algunas clientas, al saber que van a recibir el tratamiento estético en una autocaravana, que realmente era antes una antigua ambulancia, la primera impresión la reciben como que es un lugar antihigiénico y prefieren una clínica; pero yo les contesto que he pasado un proceso normativo avalado por una inspección de sanidad, les cuento y muestro que tengo mi informe de haber superado la inspección y cumplo con todas las normas higiénico-sanitarias. Tengo todos los papeles en regla que muestro a toda la mujer que tenga esas preocupaciones; es más, a todas les digo: cuando entres dentro te vas a dar cuenta que no te va a dar la sensación de que estás dentro de una furgoneta, te va a parecer que estás en una clínica porque tengo todo panelado con materiales propios de esos establecimientos, tengo agua fría y agua caliente suministrada con pedal, la camilla, una zona de esterilización, etc, entonces ya se fían un poquito más y cuando entran dicen: esto está mejor que muchos centros de estética que están más sucios y peor preparados y acondicionados. 

¿Aconsejarías a otras mujeres a que emprendieran su aventura y viajaran solas?

Totalmente, me encantaría lanzar el mensaje de que vida sólo hay una y tienes que disfrutarla y hacer realmente lo que quieras porque la vida pasa. Las mujeres deben perseguir lo que realmente quieren hacer: sus sueños, sus deseos, hacer un viaje aunque sea una sola vez en la vida;  Y luego, cuando estás mayor, porque lo he visto en mi abuela y en mucha gente, se cuestionan, ‘lo que yo hubiera hecho de joven, viajar y hacer cosas, y no he podido’.

Son cosas pendientes que se quedan, ¿no? Y se pueden lograr de muchas maneras, hablo de, por ejemplo, irte a cenar a un restaurante sola, hacer el camino de Santiago, irte a la playa, cualquier cosa que tengas que hacer sola sin depender absolutamente de nadie. Toda la gente que lo ha hecho no se arrepiente de nada, siempre dicen que lo volverían a hacer; y es que creo que cuesta dar el primer paso por los miedos.

Yo soy joven y llevo muchos años viajando sola. La primera vez que lo hice fue con 19 años. Desde muy pequeñita mis padres me decían es que tú has nacido muy independiente; cuando era menor no me dejaban viajar sola pero cuando fui mayor de edad me veían muy responsable y respondía. De hecho, yo con 21 años me independicé y con 30 tengo mi propio negocio. 

Sobre todo quiero motivar a otras mujeres, a las que me encuentro y me formulan la pregunta o reflexión de todos los días:  ay, qué valiente eres; a las que les contesto: pues no, no me da miedo, es que no tengo que tener miedo, ya me lo he quitado de la cabeza. 

¿Y qué responden cuando les dices esto?

Les invito a reformular la pregunta: ¿Miedo a qué? Y entonces es cuando me dicen: ‘A que te pase algo, que venga alguien y fuerce la furgo por la noche y quiera algo, o que te vean sola tomando el sol y te intenten hacer algo, o que te roben o intenten violar’, casi todas coinciden en lo mismo y ya estoy un poco saturada y me digo porqué tenemos que pensar así, si lo que tenemos que hacer es luchar contra eso; y en este problema, las actitudes que se tienen que revisar no son las nuestras sino las de esas personas que pueden provocar que tengamos miedo. No sé de qué manera podemos promover y luchar contra eso y lograr ser más felices y poder hacer lo que nos dé la gana. 

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