Campaña del juguete no sexista, no violento.
No encarceles su futuro.

Las niñas y los niños necesitan jugar para aprender, jugando se aprenden comportamientos y valores. Sabemos que lo realmente importante es jugar y no los juguetes.

Ahora bien, si a una niña sólo le compramos muñecas o cocinitas le estamos potenciando únicamente un juego tranquilo de cuidados y diálogos. Así las niñas, futuras mujeres, aprenden a cuidar a las demás personas.

Si a un niño sólo le compramos juegos de bloques o pelotas, le enseñamos a construir e incitamos a moverse favorecemos la actividad y la imaginación de los futuros hombres.

Además de alejarnos de estereotipos, también tenemos que huir de juguetes que pueden llegar a ser peligrosos: muñecas extremadamente delgadas a las que las niñas pueden querer parecerse o juguetes dirigidos a fomentar la agresividad y el comportamiento violento en los niños.

El juego fomenta la adquisición de valores. Gracias a él, podemos educar de una forma armónica en empatía, en paciencia y en tolerancia a la frustración.

El juego nos ayuda a conocer a nuestros hijos e hijas, a saber cómo son de verdad. No existen las recetas mágicas a la hora de elegir un juguete, pero cuando vamos a una tienda, debemos pararnos y pensar en la personita a la que le vamos a regalar, qué es lo que le interesa o le gusta. Es bueno que elijamos un juguete que tenga dos características fundamentales: que proteja su inocencia y respete su desarrollo, sin intentar saltarse etapas.

Consejos para elegir juguetes y juegos

1. ¿Existen juguetes diferentes para niñas y niños?
La publicidad, la familia o la sociedad, nos orientan sobre aquellos juguetes que deben ser para unas o para otros, haciéndonos creer que niñas y niños tienen características diferentes. Realmente la infancia es tan variada que deberían existir tantos tipos de juguetes como niños y niñas hay, por ello es mejor favorecer los gustos individuales y no seguir los modelos que nos dicta el consumo.

2. Los juguetes educan
Los juegos y juguetes pueden transmitir diferentes valores. Desde la cooperación, la diversión, la capacidad de pensar, de desarrollar habilidades artísticas, hasta conseguir todo lo contrario: individualidad, competitividad, agresividad, o violencia. Por tanto, debemos reflexionar sobre los juguetes con los que queremos educar a la infancia y que valores les están transmitiendo.

3. Evitar juegos violentos
Aunque los juguetes han cambiado a lo largo del tiempo, el carácter violento ha permanecido en muchos de ellos, favoreciendo fórmulas poco pacíficas para resolver conflictos. Esto también ocurre con los videojuegos y los juguetes que se apoyan en las nuevas tecnologías. En este sentido, es más conveniente apostar por los juegos que apoyan la afectividad, el respeto a la diferencia y el apoyo mutuo.

4. Potenciar imaginación y creatividad
Los juegos y juguetes sirven para divertirse, para ayudar a despertar la imaginación, para crear situaciones nuevas… Las niñas y los niños son capaces de crear multitud de objetos para jugar, de disfrutar al aire libre, de hacer ejercicio, de inventar juegos o de reutilizar materiales.

5. Consumir no es diversión
Lo realmente importante es jugar, no los juguetes con los que se juega. Aunque actualmente sean considerados como imprescindibles ¡No lo son! Debemos fomentar el cuidado de los juguetes, concienciando de la importancia de disfrutar y valorar lo que ya se tiene y de aprovechar los recursos buscándole otros usos, incorporando así la educación medioambiental.

No olvidemos que los juegos y los juguetes educan. Y lo mejor es educar a nuestros hijos e hijas favoreciendo el desarrollo de todas sus capacidades, y no determinando, encarcelando, su futuro

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